"Si hacemos radio y nadie nos escucha es porque estamos realizando mal el trabajo"

De acuerdo a la ponencia del locutor y productor radial argentino de nombre Loilo Tecanatini la radio esta comprendida básicamente por tres elementos fundamentales que son: la música, la palabra y el silencio.
Cada uno de estos elementos forma parte de una cadena que a su vez se convierte en la base fundamental para que determinado mensaje pueda llegar de forma clara, precisa y sencilla a los usuarios. Loilo Tecanatini mencionó que la importancia de la radio como medio de difusión, se concentra principalmente en la naturaleza de lo que ésta representa como medio en si, ya que, posee, una calidad intima de tu a tu, que la mayoría de los otros medios no tienen.

“Hoy por hoy en gran parte del mundo hay locutores y productores radiales quienes aún no saben manejar de forma correcta algunos de los elementos fundamentales de la misma.
En nuestros días la música dentro de una producción radial es considerada como un recurso de último momento. Es importante tener en cuenta que esta debe ilustrar el tema que se este tratando, el nombre o letra de una determinada canción debería reforzar el tema que se aborda en la radio. Actualmente esto no se lleva a cabo en casi ningún país del mundo, ya que muy a menudo la música resulta siendo un relleno que no tiene nada que ver con el tema que se esta abordando en el momento”. Acotó Loilo Tecanatini.

Además dio a conocer que en la mayoría de los programas radiales que se trasmiten en el presente, el locutor ha venido abusando exageradamente del uso de la palabra, lo que ha traído como consecuencia que el público abandone o cambie de emisora. Es importante que el locutor luego de realizar una pregunta deje un espacio ó aire al oyente para que este pueda así tener una reflexión respecto a lo que se dice.

Para Loilo Tecanatini el silencio dentro de un programa radial podría definirse como los baches que pueden ser utilizados como un elemento que genere suspenso, intriga, etc. En esta época hay que darle las sensaciones del lugar al oyente, es decir hay que ambientar el lugar con una serie de sonidos que guarden relación con lo que se habla, de este modo lograríamos que el usuario no nos abandone la trasmisión.

Para finalizar Tecanatini alego: “Si no pensamos antes de entrar al estudio para así poder construir ó identificar al publico a quien nos dirigimos, lo que entonces estaríamos haciendo es regalarle el oyente a otra emisora. Es precisamente para evitar este inconveniente que antes de comenzar un programa lo primero que debemos conocer es al publico a quien nos dirigimos”.