martes, 2 de diciembre de 2008

La sociedad de la información

En la sociedad de la información la creación, distribución y manipulación de la información forman parte importante de las actividades culturales, económicas y políticas. Las sociedades de la información se caracterizan por basarse en el conocimiento y en los esfuerzos por convertir la información en conocimiento. Cuanto mayor es la cantidad de información generada por una sociedad, mayor es la necesidad de convertirla en conocimiento. Otra dimensión de tales sociedades es la velocidad con que tal información se genera, transmite y procesa. En la actualidad, la información puede obtenerse de manera prácticamente instantánea y, muchas veces, a partir de la misma fuente que la produce, sin distinción de lugar.

En esta parte vale destacar que actualmente vivimos en un mundo cargado de datos, frases e íconos. La percepción que los seres humanos tenemos de nosotros mismos ha cambiado, en vista de que se ha modificado la apreciación que tenemos de nuestro entorno. Nuestra circunstancia no es nada más la del barrio o la ciudad en donde vivimos, ni siquiera la del país en donde radicamos. Nuestros horizontes son, al menos en apariencia, de carácter planetario.
Eso no significa que estemos al tanto de todo lo que sucede en todo el mundo, lo que ocurre es que entre los numerosos mensajes que recibimos todos los días, se encuentran muchos que provienen de latitudes tan diversas y tan lejanas que, a menudo, ni siquiera acertamos a identificar con claridad en dónde se encuentran los sitios de donde provienen tales informaciones.

Se habla mucho de la Sociedad de la Información. ¿Qué rasgos la definen? ¿En qué aspectos resulta novedosa? ¿En qué medida puede cambiar la vida de nuestros países? ¿Qué limitaciones tiene ese nuevo contexto? En estas páginas pretendo dar respuestas iniciales a esas interrogantes.

La Sociedad de la Información es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación más nuevos, o renovados merced a los desarrollos tecnológicos que se consolidaron en la última década del siglo: la televisión, el almacenamiento de información, la propagación de video, sonido y textos, han podido comprimirse en soportes de almacenamiento como los discos compactos o a través de señales que no podrían conducir todos esos datos si no hubieran sido traducidos a formatos digitales. La digitalización de la información es el sustento de la nueva revolución informática. Su expresión hasta ahora más compleja, aunque sin duda seguirá desarrollándose para quizá asumir nuevos formatos en el mediano plazo, es la Internet.

El concepto de "sociedad de la información" hace referencia a un modelo que está produciendo profundos cambios en nuestro mundo al comienzo de este nuevo milenio. Esta transformación está impulsada principalmente por los nuevos medios disponibles para crear y divulgar información mediante tecnologías digitales. Los flujos de información, las comunicaciones y los mecanismos de coordinación se están digitalizando en muchos sectores de la sociedad, proceso que se traduce en la aparición progresiva de nuevas formas de organización social y productiva.
Las sociedades de la información surgen con el uso e innovaciones intensivas de las tecnologías de la información y las comunicaciones, donde el incremento en la transferencia de información, modificó en muchos sentidos la forma en que se desarrollan muchas actividades en la sociedad moderna. Sin embargo, la información no es lo mismo que el conocimiento, ya que la información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí, el conocimiento obedece a aquellos elementos que pueden ser comprendidos por cualquier mente humana razonable, mientras que la información son aquellos elementos que a la fecha obedecen principalmente a intereses comerciales, retrasando lo que para muchos en un futuro será la sociedad del conocimiento.
Hoy por hoy vivimos un momento de transición profunda entre una sociedad de corte industrial y otra marcada por el procesamiento de la información y las telecomunicaciones. El uso de la informática afecta de manera directa e indirecta todos los ámbitos de la sociedad; redefine la realidad, ya que modifica la forma en la que se producen y distribuyen los bienes y servicios, las relaciones internacionales, e incluso puede modificar la forma en la que nos interrelacionamos y divertimos. Para tener una idea de la magnitud de sus efectos en la sociedad y en la vida de las personas, podemos compararla con dos transformaciones que contribuyeron a hacer de nuestra civilización lo que es hoy: la revolución agrícola y la revolución industrial.

En los últimos años del siglo XX la difusión masiva de las tecnologías de la información y las comunicaciones han generado la llamada revolución informática que ha dado origen a una nueva época que se conoce como sociedad de la información. El motor que impulsa la economía pasa de ser los combustibles y la electricidad a ser la información.

En esta parte considero importante recalcar que a lo largo del siglo XX algunos de los inventos más importantes de las primeras etapas de la era industrial, como el telégrafo y el cine, evolucionaron, se diversificaron en otros medios como el teléfono o la televisión, y se popularizaron, convirtiéndose en importantes canales de comunicación. Sin embargo, no es sino a partir de la década de los setenta que su alcance se amplía a nivel global y su cobertura se expande a todos los rincones. Los avances en la tecnología de satélites hicieron posible que la televisión se convirtiera en un medio mundial de comunicación. En 1969 se estableció la primera red global de telefonía y en la década de los años noventa el uso del cable de fibra óptica, elevó exponencialmente la capacidad de las redes de telefonía. A finales del siglo XX el mundo contaba ya con una sólida red global de telecomunicaciones que han hecho del mundo, un lugar más pequeño

El uso de las tecnologías de la información no se ha restringido únicamente al campo de la actividad económica. Como todas las actividades humanas involucran de alguna manera el uso de información, su empleo se ha extendido al resto de la sociedad. Las computadoras y las telecomunicaciones se encuentran prácticamente en todas las áreas de gobierno, controlan el tráfico de las principales ciudades, están presentes en los institutos científicos y empiezan a tomar un lugar importante en los hogares y, por ejemplo, hoy una de las áreas de mayor crecimiento en la industria del software está en la producción de juegos para computadoras.

Ahora el ser humano digitaliza su entorno. ¿Qué significa digitalizar? Digitalizar es traducir información como textos, imágenes o sonidos, a un formato que puedan entender los microprocesadores, y éstos sólo están capacitados para manejar los valores unos y ceros. En efecto, para tu microprocesador todo lo que ves en estos momentos en la pantalla se maneja con unos o ceros.
Con la digitalización, la sociedad transmite la información y el conocimiento con un formato digital, que es el que manejan las computadoras y los equipos de telecomunicación. Si antes había que ir a la biblioteca a consultar un libro, hoy puedes hacer esto sin salir de casa, ya que varias bibliotecas en el mundo están digitalizando sus libros para que puedas consultarlos por Internet.

La revolución informática redefine nuestra realidad. La tecnología de la información transforma la manera en que se producen y distribuyen los bienes y servicios. Su grado de penetración en la sociedad no es uniforme, sin embargo, los cambios que genera son cada día más evidentes.

En la sociedad actual hay quienes piensan que las tecnologías de la información hacen más eficiente al capitalismo global, y con ello al proceso de polarización de la sociedad en dos extremos: un grupo cada vez más pequeño de ricos que sigue enriqueciéndose de manera permanente, por una parte, y una amplia mayoría de pobres cada vez más limitados, por la otra.

En el fondo de esta postura se encuentra la idea de que el capitalismo de las últimas décadas, que ha sido conocido bajo la etiqueta de "neoliberal" porque apoya una menor intervención del Estado en los asuntos de la economía en favor de la libre acción de las fuerzas del mercado, tiene como objetivo trabajar para obtener la máxima ganancia y no el mayor beneficio social. Por eso, opinan, la intervención de las Tecnologías de la Información y Comunicación hace que el proceso de acumulación de ganancias en pocas manos sea más eficiente y rápido.

Mientras que en el extremo opuesto se encuentran los que piensan que las tecnologías de la información traen oportunidades económicas y crecimiento para los países y personas que se acerquen a ellas. En el fondo de esta postura se encuentra la idea de que a un mayor crecimiento de la economía corresponde una mayor distribución de la riqueza, de tal suerte que con la aplicación adecuada de la informática la riqueza tiende a multiplicarse y su repartición entre la gente a extenderse. Para este grupo, dentro del que el Banco Mundial ocupa una posición destacada, el riesgo radica en que las oportunidades que acerca el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación pasen de largo para las naciones que no se sumen rápidamente al cambio tecnológico, por lo que proponen que sean los gobiernos los que apoyen la difusión de la informática a todos los niveles de la sociedad.


Fuentes Consultadas

Narváez, Ancízar (2002), “Nuevas tecnologías de comunicación. Desigualdad económica y cultural” en Signo y Pensamiento, Colombia- Bogota.

Martín- Barbero, Jesús (1995) “La comunicación plural: alteridad y socialidad”, en Diálogos, Lima, FELAFACS.

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